Non fuyades

"Non fuyades, cobardes y viles criaturas, que un solo caballero es el que os acomete.
Don Quijote, Primera Parte, Capítulo VIII
Don QUIJOTE de la MANCHA
MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA
M.E.C.
DIRECCIÓN GENERAL DE ENSEÑANZA PRIMARIA
EDITORIAL EVEREST
LEÓN
1969
 
 DON QUIJOTE DE LA MANCHA

MIGUEL DE CERVANTES
EDICIÓN DEL INSTITUTO CERVANTES
1605 – 2005
DIRIGIDA POR FRANCISCO RICO
CÍRCULO DE LECTORES
CENTRO PARA LA EDICIÓN DE CLÁSICOS ESPAÑOLES
Círculo de Lectores
Navarra
2004

DON QUIJOTE DE LA MANCHA
MIGUEL DE CERVANTES
EDICIÓN DEL INSTITUTO CERVANTES
1605 – 2005
DIRIGIDA POR FRANCISCO RICO
VOLUMEN COMPLEMENTARIO
CÍRCULO DE LECTORES
CENTRO PARA LA EDICIÓN DE CLÁSICOS ESPAÑOLES
Círculo de Lectores
Navarra
2004

Y otros muchos...

Juan Haldudo, un labrador


 Andrés, criado de Juan
Pedro Alonso, labrador vecino
El Sabio Festón
Teresa o Juana Panza
Sanchica Panza
Antonio, el cabrero músico
Crisóstomo, pastor estudiante
 Pedro, Sara y Ambrosio, pastores
 
Pedro Martínez y Tenorio Hernández, hombres fantasmas



















 

Maritormes

Moza asturiana que sirve comidas en la venta de Juan Palomeque. Gallarda de cuerpo y algo ordinaria. Siente compasión por Quijote y Sancho.
Se la describe como “ancha de cara, llana de cogote, de nariz roma, del un ojo tuerta y del otro no muy sana”. Verdad es que la gallardía del cuerpo suplía las demás faltas: no tenía siete palmos de los pies a la cabeza, y las espaldas, que algún tanto le cargaban, la hacían mirar al suelo más de lo que ella quisiera “. Don Quijote alude a ella como la “Madama”.
 

El ventero, Juan Palomeque

 Llamado Juan Palomeque. Es el hostelero, el encargado de la primera venta a la que llega Don Quijote. Don Quijote le confunde en la novela con el alcaide de una fortaleza.

Es a quien Don Quijote pide que lo arme caballero, deseo que es cumplido. Cree que son ciertas todas las historias que se cuentan de los caballeros andantes. Discute con el cura sobre la veracidad de las historias que se narran en los libros de caballerías. 

 

El bachiller Sansón Carrasco

No aparece hasta el capítulo 3 de la segunda parte de la novela. Es uno de los personajes secundarios más importantes del Quijote. El bachiller Sansón Carrasco es un hombre joven optimista y agradable que estudia a Aristóteles y se basa en la lógica.
Se le describe como no muy grande de cuerpo, aunque muy gran socarrón, de color macilenta, pero de muy buen entendimiento; tendría hasta veinte y cuatro años, de nariz chata y de boca grande, señales todas de ser de condición maliciosa y amigo de donaires y de burlas.
Informa a Don Quijote y Sancho Panza de la existencia de un libro con sus aventuras.
Quiere curar a Don Quijote de su locura. El bachiller planea lograrlo convenciendo a Don Quijote de que salga de nuevo a deshacer entuertos y agravios por los caminos de La Mancha. Después se disfraza de guerrero, el Caballero de los Espejos, para ganar en batalla a Don Quijote obligándole dejar su profesión de caballero andante. Más tarde se disfrazará de Caballero de La Blanca Luna para intentarlo de nuevo.

Galgo corredor

Galgo corredor, perrito fiel de Don Quijote. Le acompañaba en sus cacerías.
 
Es rápido y flaco. Pasa mucho hambre.
 

Rucio de Sancho


La modesta montura de Sancho Panza. Fue robado cuando don Quijote estuvo a punto de iniciar su penitencia en Sierra Morena. Desarrolla una gran amistad con Rocinante: “así como las dos bestias se juntaban, acudían a rascarse el uno al otro, y que, después de cansados y satisfechos, cruzaba Rocinante el pescuezo sobre el cuello del rucio, y, mirando los dos atentamente al suelo, se solían estar de aquella manera tres días; a lo menos, todo el tiempo que les dejaban, o no les compelía la hambre a buscar sustento”. 
Cuando Sancho está a punto de abandonar la ínsula de Barataria “llegándose al rucio, le abrazó y le dio un beso de paz en la frente, y, no sin lágrimas en los ojos, le dijo: Venid vos acá, compañero mío y amigo mío, y conllevador de mis trabajos y miserias: cuando yo me avenía con vos y no tenía otros pensamientos que los que me daban los cuidados de remendar vuestros aparejos y de sustentar vuestro corpezuelo, dichosas eran mis horas, mis días y mis años...” 

Rocinante, el roncín de Don Quijote

Caballo de Don Quijote. Él le puso este nombre porque le parecía el más adecuado para un caballero. Cervantes le describe como rocín flaco y dice “aunque tenía más cuartos que un real y más tachas que el caballo de Gonela, le pareció que ni el Bucéfalo de Alejandro ni Babieca el del Cid con él se igualaban.” 
 Don Quijote sigue el rumbo que desee Rocinante en busca de sus aventuras. Sancho le ata los pies en la aventura de los batanes.
Don Quijote le llama así por ser: “nombre, a su parecer, alto, sonoro y significativo de lo que había sido cuando fue rocín, antes de lo que ahora era, que era antes y primero de todos los rocines del mundo.”

Aldonza Lorenzo

También llamada Dulcinea del Toboso, por Don Quijote ya que vivía en “El Toboso”. Moza labradora encargada de la limpieza del corral de los cerdos de su padre. Fue la mujer de la que Don Quijote estuvo locamente enamorado disfrazada en su imaginación y transformada en la gran señora de sus sueños. Sancho dice que tiene mucha fuerza y potencia de voz y que con todos se burla y de todo hace mueca y donaire y que huele a sudor.
Don Quijote se cree que cuando Sancho se encuentra con Dulcinea que en realidad es Aldonza, está encantada y la han transformado en una figura tan baja y fea y que le quitaron lo que es tan suyo de las principales señoras, que es el buen olor, por andar siempre entre ámbares y entre flores.
 

Dulcinea del Toboso



Se trataba en realidad de Aldonza Lorenzo. Labradora vecina de Don Quijote. Es un personaje imaginario que solo se encontraba en la imaginación del famoso Hidalgo. Para Don Quijote es la más bella doncella sobre la faz de la Tierra y por la que lucha cada día y a la que brinda sus hazañas.
Y a Don Quijote le pareció ser bien darle título de señora de sus pensamientos; y, buscándole nombre que no desdijese mucho del suyo, y que tirase y se encaminase al de princesa y gran señora vino a llamarla Dulcinea del Toboso, porque era natural del Toboso; nombre, a su parecer, músico y peregrino y significativo.
Cuando se encuentra con los mercaderes toledanos Don Quijote le llama “la emperatriz de la Mancha”. Dice de ella que su hermosura es sobrehumana, pues en ella se vienen a hacer verdaderos todos los imposibles y quiméricos atributos de belleza que los poetas dan a sus damas y que es la más alta princesa del mundo. Don Quijote le manda una carta que escribe en Sierra Morena.
 

Sancho Panza, el fiel escudero

De un gran corazón. Vecino de Don Quijote, de profesión labrador. Se convertirá en Escudero de Don Quijote acompañándole vaya donde vaya


Es su fiel compañero. Es realista y sencillo. Es quien devuelve a Don Quijote a la realidad diciéndole que lo que está viendo en realidad es otra cosa. Don Quijote le promete el gobierno de una ínsula y él se pasa la obra recordándoselo a su señor. Es la ambición ingenua que tiene para darle mejor vida a su familia. Se va “quijotizando” según van avanzando los acontecimientos.
 

¡Ay Roci!

Y es que el pobre Rocinante
no es ninguna maravilla,
se le notan las costillas
y tiene muy poco aguante.
C. Gil
Don Quijote de la Mancha
MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA
S. Calleja.
SATURNINO CALLEJA FERNÁNDEZ
Madrid
1905


DON QUIJOTE
MIGUEL DE CERVANTES
I
Ediciones Rueda
Madrid
1999

DON QUIJOTE
MIGUEL DE CERVANTES
I
Ediciones Rueda
Madrid
1999