Lunes 22 de Diciembre de 2014, 0 horas y 3 minutos: Comienza el invierno

De invierno
En invernales horas, mirad a Carolina.
Medio apelotonada, descansa en el sillón,
envuelta con su abrigo de marta cibelina
y no lejos del fuego que brilla en el salón.

El fino angora blanco junto a ella se reclina,
rozando con su hocico la falda de Aleçón,
no lejos de las jarras de porcelana china
que medio oculta un biombo de seda del Japón.

Con sus sutiles filtros la invade un dulce sueño:
entro, sin hacer ruido: dejo mi abrigo gris;
voy a besar su rostro, rosado y halagüeño

como una rosa roja que fuera flor de lis.
Abre los ojos; mírame con su mirar risueño,
y en tanto cae la nieve del cielo de París.

Félix Rubén García Sarmiento

Un viaje secular

"Puebla de la Calzada
Un viaje secular"
Nuestra última incorporación, dedicada.
Donoda por el autor: Juan Monzú Ponce.
¡Gracias!


Generosidad



La generosidad consiste en dar antes de que se nos pida.
Proverbio Árabe


La manera de dar vale más que lo que se da.
Pierre Corneille


La generosidad no necesita recompensa; se paga a sí misma.
Hippolite de Livry

Bondad



Buscando el bien de nuestros semejantes, encontramos el nuestro.
Platon
La bondad es la disposición permanente a hacer el bien, de manera amable, generosa y firme.

La alegría de hacer bien está en sembrar, no en recoger.
Jacinto Benavente

Ser bueno no quiere decir blando, sumiso, ingenuo ó sin carácter, como a veces se cree. Al contrario: los buenos se distinguen por su fuerte personalidad, la cual se traduce en inagotables dosis de energía y optimismo, y se refleja en su cálida sonrisa y los sentimientos de confianza, cariño y respeto que infunden a su alrededor.

El único símbolo de superioridad que conozco es la bondad.
Ludwig van Beethoven

RAE

Dario Villanueva Prieto

Villalba, Lugo, 5 de Junio de 1950
Trigésimo Director de la Real Academia Española
Catedrático de Teoría de la Literatura
Profesor de la Facultad de Filología
Universidad de Santiago de Compostela




La Virgen de Navidad



Mal abrigada vas. Nos nieva. Siempre

la nieve y Tú. Siempre nevando

se busca entre tus huellas la memoria

casi desconociéndose en el frío,

cuando vienes así, pidiendo a tientas

un sitio entre las cosas, un silencio

donde encender las lágrimas de Dios.

Porque dentro de Dios vas desdoblando

ciudades y horizontes, vas a prisa

descerrajando todos los caminos

que se arrugan detrás del desamor

lo mismo que montañas. Mira, Mira

se te cierran las puertas como párpados

cuando te ven abrir hacia la noche

las manos, cuando siente gotear

tus ojos en el corazón de todos

igual que en un espejo y te conocen

porque te has asomado, porque estás

mirándote como eres en sus olas.





¿A dónde llevarás el llanto tierno

que te llueve en la sangre, a dónde, a dónde

vas a llevar a Dios para que nazca?





Una casa. ¿Te llamo?

El comedor

huele a champán. Arde la chimenea

mientras los niños duermen en moisés

de cretona. Pero no quieres... ¿Es

que no te abrirán?


(Las calles otra vez

y en cada puerta el hambre de tu mano

con nieve, porque está la noche blanca

de nieves en espera de los ángeles).





¿Oh!, ya has andado mucho, ya has pisado

muchas tierras mirando a todos lados

a ver si alguien te llama por tu nombre,

a ver si sube al eco de tus ojos

una voz de amistad. Y siguen, siguen

cayendo tus llamadas sin respuesta

en el hotel común, en la posada

grande que le alquilamos a Dios mismo

para saber vivir como extranjeros.





En este hotel millones de inquilinos

no te han visto jamás, jamás te han visto

y aun los que te conocen se han dormido;

han debido dormirse porque están

roncos los timbres de anunciar tu nombre

al oído de cada corazón.





Y Tú te vas, te vas entre la noche;

Tú sola con la nieve, porque Dios

ha de nacer y hay que buscarle cuna.

Y las cunas no están en los bazares

de reyes magos; no están embaladas

en el viejo almacén, está al fondo

de cada sueño por donde vas Tú

pidiendo albergue; sola Tú en la noche;

sola en la noche Tú, sola en la noche

de cuyos poros va a brotar la música,

la diana imponente de los siglos

que empiezan a ser años otra vez.

Cómo hacer de tus hijos grandes lectores Idea 03

Hazles el carné de la biblioteca.

Disfrutad juntos de un rato allí cada semana, participad en actividades, curisead, escoged libros...



Las manos se yerguen como protagonistas

Tus manos


No tienen sitio tus manos
entre mis manos.
No tienen sitio.


Porque sus leves temblores
no son de amores,
sino de frío.
Las manos enamoradas


no están calladas.
Hablan a gritos.
Tus manos están vacías
y entre las mías
no tienen sitio.


Del libro “El cielo se hizo de amor”
 
La mano

Se me ha encogido esa mano
que tuve siempre tendida,
pues si la fe no me falta
me va faltando la vida.


Espero con los que esperan
una inminente partida,
sereno, sin hacer sombra
y con la mano encogida.


La mano que estuvo llena
de corazón y caricias,
la que regando las flores
se fue quedando marchita.


De la serie “Expresiones propias”